La Canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, anunció el día de hoy durante una comparecencia en la Asamblea Nacional que, por instrucción del Presidente Daniel Noboa, el país ha decidido retirar su oferta de entregar equipamiento militar a Estados Unidos. Esta medida revierte el anuncio previo del Presidente Noboa, quien había manifestado la intención de realizar dicha entrega, calificando el equipamiento antiguo como «chatarra».
En respuesta a la consulta de un legislador sobre la posibilidad de transferir equipos militares a Estados Unidos para su posterior entrega a Ucrania, Sommerfeld afirmó que Ecuador se abstendrá de entregar material bélico a cualquier país involucrado en conflictos armados internacionales. Además, hizo hincapié en que Ecuador, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aboga por la resolución pacífica de conflictos, respetando el derecho internacional.
La confirmación de que Ecuador ya no transferirá equipos militares soviéticos a Estados Unidos para su eventual entrega a Ucrania surge después de que el embajador de Rusia en Ecuador, Vládimir Sprinchán, anticipara en declaraciones a medios estatales rusos que Ecuador había desistido de enviar equipamiento ruso a Estados Unidos.
Previo a esta decisión, el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Kevin Sullivan, había mencionado a la televisora local Teleamazonas que Ecuador estaba considerando la entrega de equipamiento bélico soviético a Ucrania como parte de un acuerdo de intercambio entre ambos países. En respuesta, el Servicio Federal Ruso para la Cooperación Técnico-Militar rechazó la noción de que el equipo militar soviético sea considerado como «chatarra» y ofreció alternativas para mantener los equipos en Ecuador.
La decisión del Gobierno de Ecuador de retirar su oferta de equipamiento soviético a Estados Unidos se produjo horas después de que Rusia levantara el veto a la exportación de banano para cinco empresas ecuatorianas.
Este cambio de rumbo refleja la sensibilidad de Ecuador frente a las tensiones internacionales y su compromiso con los principios de la diplomacia y la paz, alineándose con su posición en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.