En una reciente decisión, Ecuador ha rechazado una petición de México para otorgar un salvoconducto al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. Glas fue detenido a principios de abril tras la irrupción de las fuerzas de seguridad en la Embajada mexicana en Quito, en un operativo que ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países.
La solicitud de México se fundamenta en el acuerdo suscrito en Suiza en junio, el cual busca salvaguardar los intereses mexicanos en Ecuador tras la ruptura de relaciones bilaterales. México ha invocado la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, firmada en Caracas, solicitando que Glas fuera «entregado y trasladado a un tercer país». Además, pidió que se tomaran medidas humanitarias para que Glas fuera excarcelado y custodiado en un lugar seguro mientras se emitía el salvoconducto.
El Ministerio de Exteriores de Ecuador, sin embargo, ha sido claro en su postura. «Para Ecuador resulta jurídicamente evidente que no es lícita la concesión de asilo diplomático al señor Jorge David Glas Espinel. En consecuencia, el Ecuador reitera que no otorgará salvoconducto alguno», indicó el Ministerio en un comunicado recogido por el diario ‘El Universo’.
La situación se complicó cuando la Policía de Ecuador ingresó por la fuerza en la Embajada mexicana en Quito a principios de abril para cumplir con la orden de detención contra Glas, quien fue vicepresidente de Ecuador entre 2013 y 2017. Esta acción policial se llevó a cabo poco después de que México confirmara su intención de brindarle asilo político.
Las autoridades ecuatorianas acusan a Glas de un supuesto delito de malversación de bienes públicos relacionados con los trabajos de reconstrucción en la provincia de Manabí, tras el devastador terremoto de 2016 que dejó más de 670 muertos. Glas ha negado las acusaciones y ha denunciado que su detención y las acusaciones en su contra son de naturaleza política.
La negativa de Ecuador a conceder el salvoconducto solicitado por México subraya las complejidades legales y diplomáticas que rodean el caso de Jorge Glas. Además, resalta las tensiones actuales entre ambos países, que deberán buscar vías diplomáticas para resolver esta situación sin precedentes en sus relaciones bilaterales.