Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, emitió una advertencia el jueves, señalando que cualquier ataque de Ucrania contra bases de lanzamiento de misiles en su territorio, utilizando armas suministradas por Estados Unidos y sus aliados, podría desencadenar una respuesta nuclear por parte de Moscú.
Según Medvédev, algunos mandos militares ucranianos estarían considerando la posibilidad de atacar bases de lanzamiento de misiles en Rusia utilizando misiles de largo alcance proporcionados por Occidente. Aunque no reveló detalles específicos sobre el supuesto plan ni identificó a los comandantes involucrados, la advertencia plantea preocupaciones sobre la escalada de tensiones en la región.
En sus declaraciones, Medvédev hizo referencia al «párrafo 19 de los fundamentos de la política estatal de Rusia en el ámbito de la disuasión nuclear». El punto 19 de la doctrina nuclear rusa de 2020 establece las condiciones en las cuales el presidente ruso consideraría el uso de armas nucleares. En general, esto incluiría respuestas a ataques con armas nucleares o de destrucción masiva, así como el uso de armas convencionales contra Rusia cuando la existencia del Estado se vea amenazada.
El expresidente ruso destacó específicamente el punto «g» del párrafo 19, que se refiere a la respuesta nuclear ante un ataque con armas convencionales. Aunque la autoridad última sobre el arsenal nuclear recae en el presidente Vladimir Putin, las declaraciones de Medvédev son interpretadas por algunos diplomáticos como un indicativo del pensamiento belicista de la cúpula del Kremlin, que ha retratado la relación con Occidente como una lucha existencial.
Cabe destacar que críticos del Kremlin han calificado previas amenazas nucleares de Medvédev como tácticas para llamar la atención o disuadir a Occidente de suministrar más armas a Ucrania. Estados Unidos y sus aliados han comprometido cerca de 250.000 millones de dólares en ayuda militar y otro tipo de asistencia a Kiev, generando tensiones adicionales en la región.
Con Rusia y Estados Unidos siendo las principales potencias nucleares del mundo, con 5.889 y 5.244 cabezas nucleares bajo control de Vladimir Putin y Joe Biden, respectivamente, según la Federación de Científicos Estadounidenses, la situación plantea un panorama preocupante en el que las decisiones estratégicas y las tensiones geopolíticas podrían tener consecuencias globales.