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    OpiniónDemócratas sí que afilan cuchillos: Darío Celis

    Demócratas sí que afilan cuchillos: Darío Celis

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    En la agenda política bilateral México-Estados Unidos la cooperación en temas como seguridad transfronteriza, migración y combate al narcotráfico serán ‘el coco’ del gobierno de la 4T y en particular del nuevo embajador mexicano Esteban Moctezuma.

    En la agenda comercial y de negocios los temas que van a atraer la atención de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador son cuatro y están contenidos en el T-MEC: seguridad en la inversión extranjera, compras gubernamentales, energías limpias, medio ambiente, derechos laborales y soluciones comerciales bilaterales.

    Habrá que revisar la agenda de los demócratas en la era de Bill Clinton-Al Gore para darnos cuenta que fue precisamente la llegada de ellos y su partido a la Casa Blanca quienes hicieron los acuerdos paralelos y metieron los temas laboral y medio ambiente en el viejo TLCAN de Carlos Salinas, George Bush y Brian Mulroney.

    En los seis temas antes mencionados, México estará contra las cuerdas, porque los gobiernon de Biden y Justin Trudeau tienen una agenda muy bien definida desde años, sobre todo en energías limpias, seguridad jurídica para los inversionistas extranjeros y respeto a los derechos laborales.

    Pero con un agravante: el equipo de México, tanto en la Secretaría de Economía, que ahora encabeza Tatiana Clouthier, como en la embajada de México en Washington, con Moctezuma, son inexpertos, por decir lo menos.

    La Propuesta Verde del nuevo gobierno demócrata de Biden tiene estos pilares:

    1.- Una economía basada en energías limpias y cero emisiones de Gas de Efecto Invernadero (2050).

    2.-Entre 2021-2025 destinará 500 mil millones de dólares para la generación de energías limpias; dará créditos fiscales para hacer el cambio a energías sustentables y crear nueva normatividad severa para quienes sigan utilizando combustibles fósiles en sus procesos de exportación.

    3.- Desde Canadá a Sudamérica se va presionar a los países para que desarrollen una red eléctrica regional basada en energías limpias.

    4.- Los autos de exportación a Estados Unidos tendrán que ser eléctricos.

    Hay que revisar la letra chiquita del T-MEC firmado con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá porque las posibles sanciones comerciales contra México y sus empresas por el uso de energías y procesos centrado en energéticos contaminantes.

    La agenda laboral va ser uno de los temas fundamentales del T-MEC, sobre todo en lo que se refiere a democracia sindical, costo de la mano de obra, trabajo infantil (aguacateros y productores de frutos rojos en Michoacán y Jalisco) e industria automotriz.

    Uno de los principales negociadores del T-MEC por parte del gobierno mexicano nos contó, para mostrar la influencia que la AFL-CIO tiene con el gobierno demócrata de Estados Unidos y los sindicalistas mineros y automotrices de Canadá, que todos los textos del nuevo acuerdo entre los tres países antes pasaron por los dirigentes sindicales para su visto bueno.

    El gobierno de la 4T va a tener que pensar muy bien las decisiones de cancelar contratos de gobierno o inversiones extranjeras, por voluntad popular y a mano alzada, porque este T-MEC en el capítulo de controversias tiene dientes muy filosos que van desde la suspensión de exportaciones, salvaguardas o sanciones económicas de todo tipo.

    Biden tiene el Congreso de su parte y Nancy Pelosi ya demostró con Donald Trump que no es ninguna perita en dulce.

    Vienen tiempos difíciles para la 4T y Marcelo Ebrard va a tener que recurrir a todos sus aliados políticos que influyen en el Congreso de Estados Unidos y entre los demócratas para suavizar la relación bilateral.

    Léase Ernesto Zedillo, Luis Videgaray, Jorge G. Castañeda, Arturo Sarukhán y hasta ‘el innombrable’.

    Focos rojos se prendieron en la industria química tras la decisión de la Secretaría de Energía de incorporar productos petroquímicos al listado de mercancías sujetas a revisión y reglamentación para su importación. La dependencia al mando de Rocío Nahle estableció una suerte de fiscalización a las más de 150 empresas afiliadas a la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), pues pretende que les informe a quiénes compran en el exterior, a qué precios, quiénes son sus clientes aquí y a qué precios venden. Ya se imaginará la alarma en firmas como Mexichem de Antonio del Valle Ruiz, Dow Química que preside José María Bermúdez, PPG Industries que maneja Jorge López, Petrocel que conduce José de Jesús Valdez, Praxiar que comanda Josue Lee y Basf que encabeza Claus Wünschmann, entre muchas otras más. Ayer hubo reunión de Consejo Directivo en la ANIQ y se abordó el asunto. Existe la creencia de que la 4T va cerrar la puerta a las importaciones de insumos petroquímicos para afianzar el monopolio de Pemex. Esta medida también sería extensiva a los comercializadores y fabricantes de lubricantes, como Quaker State, Mexicana de Lubricantes, Castrol, Penzzoil, etcétera.

    La CFE alista la que será su licitación de tecnología más importante de 2021. Se trata de la contratación de los servicios de call center para todo el país encajada en la licitación pública internacional bajo tratados de libre comercio para la “Contratación de solución integral plataforma 071”. Se trata de un contrato hasta por más de mil millones de pesos dividido en cuatro partidas. Ayer fue la junta de aclaraciones, las respuestas se dan el próximo lunes y la entrega y apertura de ofertas es el 19 de enero. Apunte de participantes a Telmex de Carlos Slim, Bestel que comanda Ramón García, HO1A de Enrique Yamuni, Total Play de Ricardo Salinas, Axtel que conduce Rolando Zubirán y la siempre bien recomendada dupla Ikusi de Iñaki Maiz y Micronet de Javier Ormazabal. De hecho este binomio ya se amarró nuevamente con Cisco, que preside Isidro Quintana. Recordará que esta terna salió raspada hace más de un año precisamente en la empresa que dirige Manuel Bartlett. Pues vuelven a las andadas.

    Elvira Daniel, la directora del Centro Nacional de Control de Gas Natural, cada vez va teniendo una posición más protagónica en Pemex. La funcionaria ya prácticamente se apoderó del proyecto del Tren Interoceánico. A través de un testaferro llamado Homero Rodríguez, que no tiene puesto en la petrolera que supuestamente dirige Octavio Romero, está tripulando la próxima licitación de un ducto que podría costar más de dos mil millones de dólares. Corre paralelo a la vía del tren que fue encomendado a Rafael Marín.

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