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    OpiniónCarlos Cabal, el banquero de AMLO

    Carlos Cabal, el banquero de AMLO

    Opinión

    El que persevera alcanza. Gabriel García Hernández, el jefe de los superdelegados del presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene muy clara esa máxima de su jefe.

    Y es que el Coordinador General de Programas Integrales de Desarrollo del Gobierno de la República, por fin logró abrir la concha de un negocio superior a los 5 mil millones de pesos.

    Hablamos de la compra de cajeros automáticos que se instalarán en las sucursales del Banco del Bienestar, un proyecto que por caro canceló el año pasado Raquel Buenrostro, siendo Oficial Mayor de Hacienda.

    En octubre de 2019 dimos cuenta aquí que Presidencia lo desechaba, además, por claros visos de irregularidades que acompañaban el proceso de compra y la irrupción de un personaje: Alejandro del Valle.

    Este empresario opera como representante de García Hernández, con quien incluso desde diciembre del 2017 empezó a tener los primeros acercamientos con directivos del entonces Bansefi.

    Pero aún más interesante es que atrás de Del Valle hay otro personaje que sazona todavía más esta historia: Carlos Cabal Peniche, el célebre hombre de negocios que encumbró Carlos Salinas de Gortari.

    El paisano de AMLO se perfila como el banquero que apuntala el megaproyecto que tanto incomoda a la Asociación de Bancos de México, que preside Luis Niño de Rivera, pues va contra la tendencia del sector.

    López Obrador informó que este año estarán listas las primeras mil 350 sucursales del banco que dirige Rabindranath Salazar y que el año próximo quedará concluido el otro tanto, para sumar 2 mil 700.

    Los cajeros automáticos se adquirieron en promedio a 20 mil dólares la unidad a un proveedor coreano llamado Hyosung. El gobierno de la 4T ni siquiera convocó a una licitación pública. Fue una asignación directa.

    Es el primer negocio que Cabal hace con las huestes de López Obrador. Estaba relativamente alejado de la grilla cosechando y vendiendo en su natal Tabasco mangos. A este hombre de negocios no le iba mal.

    Cuando Marcelo Ebrard era jefe de gobierno del extinto DF le asignó la concesión para operar la Central de Abastos. Pero llegó Miguel Ángel Mancera y le rescindió el contrato para dárselo a Mauricio Amodío.

    En su momento Cabal hizo negocios con otros catapultados por el salinato, como Raymundo Gómez Flores, William Karam, Bernardo Domínguez, Alvaro López Castro y Carlos Hank Rohn.

    Su carrera fue efímera: en menos de un sexenio compró Cremi, después el BCH y creó Banco Unión. Antes integró un consorcio de productores agrícolas para adquirir Del Monte Fresh Produce.

    Pero al concluir el sexenio de Salinas, Ernesto Zedillo emprendería una cacería que terminó en su extradición de Australia. Cabal purgó sus penas y se borró del mapa público.

    Ahora, 26 años después, resurge con Lopez Obrador. Es la mente atrás del Banco del Bienestar.

    LA SEMANA PASADA hubo una discusión entre Manuel Bartlett y Octavio Romero sobre el destino final del combustóleo, producto del proceso de refinación. El director de Pemex quería vender a la CFE a precio internacional, mientras que su contraparte pretendía un descuento. No hubo forma de arreglo hasta que un mando superior ordenó “comprar el combustóleo y no utilizar criterios de mercado”. El problema para Romero Oropeza no sólo es el precio de este subproducto de la refinación del crudo pesado mexicano, sino qué hacer con los millones de barriles de combustóleo que salen todos los días de las refinerías de Pemex. Además de que el precio de este subproducto está por los suelos, es muy costoso exportarlo a Estados Unidos porque sale más caro el collar que el perro. La CFE tiene 188 termoeléctricas que producen 54 mil 696 megavatios y muchas usan combustóleo que rebasan las emisiones de partículas contaminantes (15 mil partes por millón) que establece la NOM-085-Semarnat-2011. Una de las razones para seguir consumiendo el combustóleo de Pemex, aunque se excedan las disposiciones ambientales, es que CFE no tiene dinero para cambiar a otro tipo de energías limpias. Además de que políticamente está dicho casi todo.

    UN SECTOR QUE de por sí ya estaba afectado con el cambio de políticas públicas de la 4T, pero que con la crisis del Covid-19 acelerará su descapitalización, es el viviendero. Tan es así que en Banobras, dirigido por Jorge Mendoza, ya se evalúa mecanismos de apoyo vía la Sociedad Hipotecaria Federal, como una nueva unidad especializada en reestructuracione financieras. Urbi de Cuauhtémoc Pérez Román y CADU de Pedro Vaca son de las más vulnerables. ARA de Germán Ahumada y Sadasi de Enrique Vainer mejor posicionadas, lo mismo que Vinte de Sergio Leal y Javer de Salomón Marcuschamer.

    LA COMISIÓN NACIONAL de Libros de Texto recibió ayer propuestas para distribuir libros de educación especial en 7 mil 317 escuelas. El fallo del concurso, que implica el desplazamiento de casi 29 mil paquetes de cuadernillos en braille y macrotipo, será este viernes. Estafeta de Ingo Babrikowski y DHL de Antonio Arraz son dos interesados. Cabe recordar que apenas en agosto del año pasado el organismo a cargo de Antonio Meza tuvo un retraso importante en la entrega del material educativo, por lo que se tuvo que echar mano de la logística de los programas sociales para completar la entrega antes de iniciar clases en los 32 estados del país.

    SERÁN 850 LOS servicios funerarios que el Sistema DIF Nacional, de María del Rocío García Pérez, contrató para la población vulnerable afectada por la emergencia sanitaria del Covid-19, con una inversión máxima, según los documentos de licitación LA-012NHK001-E33-2020, de 10 millones de pesos. El contrato fue adjudicado el 13 de mayo a la empresa Normatividad Integral Mexicana bajo la marca Serenité, la cual es propiedad de unos ya antiguos contratistas del sector público federal para el servicio de arrendamiento de vehículos: César Ortiz Catalán de Tecno Alta Distribución.

    EL MOMENTO QUE está viviendo el sector financiero en nuestro país es complicado. Clientes con poca operación, pero no obstante todavía hay instituciones que han capitalizado la crisis. Tal es el caso de GFI, encabezada por Eduardo de la Garza, que con la amplia experiencia ganada a lo largo del tiempo en el sector, ha sabido llevar a esta firma de corretaje al nivel de los primeros brokers en nuestro país. Ejecutivos de ese nivel y comprometida es lo que hoy necesita el medio financiero.

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