Identificar, evadir, controlar y destruir el círculo de violencia sin agredir a la persona, es la misión de las artes marciales como defensa personal, además de dotar de confianza, seguridad y autoestima, razones por las que diversas disciplinas han comenzado a ser populares entre las mujeres de cualquier edad.
Hoy en día, las mujeres buscan mantenerse en óptimas condiciones de salud, al mismo tiempo de adquirir herramientas para su defensa personal como señaló Jorge de Jesús Braga, profesor de artes marciales mixtas, quien desde 1986 se ha dedicado a su enseñanza en la península de Yucatán impartiendo cursos y talleres en centros culturales, y extendiendo su experiencia al sur y centro del país.
Desde su llegada, Jorge se dio cuenta de la posición que tenían las mujeres en la sociedad y, sobre todo, del desconocimiento sobre defensa personal que hay, por lo que nos sugirió algunos de campos para que experimenten como:
Jiu-Jitsu. Disciplina que se concentra en los centros de gravedad, además de que induce a la defensa de estrangulaciones y ahorcamientos.
Krav Maga. Con ella se aprenden técnicas de karate, principalmente las patadas, además de golpes
correspondientes a box.
Aikido. Su fin es dejar en estado vulnerable al agresor a través de movimientos de karate.
Karate. La opción más común y al alcance, donde se aprende la coordinación entre la fuerza, equilibrio, respiración y otros factores que forman parte de la técnica.
Kickboxing. Se aprenden patadas, rodillazos, movimientos rápidos y formas de distraer al atacante.
Salud y confianza
Estas técnicas suponen un ejercicio completo, tanto si se compite como si no, pues son perfectas para ganar fuerza en las extremidades, ya que el trabajo de piernas y brazos es muy intenso. Además, mejoran el sistema cardiovascular y la resistencia física, lo que conlleva tonificación muscular y fortalecimiento del abdomen, punto de equilibrio del cuerpo.
Además, se crea una mayor sensación de seguridad y confianza, así como control sobre las emociones pues el trabajo mental es básico al requerir una gran concentración, tanto en la precisión de los movimientos como en el lenguaje corporal del contrario.
Beneficio adicional
Braga señaló que estas disciplinas nos enseñan a identificar, prevenir, controlar y contener agresiones, y reiteró que lo que se pretende es brindar herramientas físicas, mentales y espirituales para no ser víctimas, pero con respeto hacia los demás, por lo que no significa que si una mujer aprende alguna de ellas se convierta en una persona violenta.
Sugirió optar por aquellas de orden urbano con enfoques competitivos, pues cuando van dirigidas para defensa personal se les instruye a reaccionar con cualquier tipo de ropa y a trabajar con el entorno, es decir, emplean simulaciones de estar en una calle, dentro de casa o en cualquier espacio en el que pudieran ser atacadas.
También te puede interesar: Conoce qué es la inteligencia interpersonal y cómo desarrollarla en los niños