El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto para adquirir la propiedad de 175.6 hectáreas en Quintana Roo y Campeche. Estas tierras serán utilizadas para la construcción de los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, lo cual requiere que el Gobierno tome posesión de terrenos ejidales o privados.
De los seis decretos publicados hoy, cinco están destinados a la expropiación de 149.6 hectáreas pertenecientes a diferentes ejidos en Quintana Roo. Las autoridades ya habían negociado la entrega de estas tierras y acordado el pago de indemnizaciones por un total de 298.7 millones de pesos.
El otro decreto se refiere a la expropiación de 12 propiedades privadas en Solidaridad y Bacalar, en el caso de Quintana Roo, y en Escárcega, en el caso de Campeche. Estas propiedades suman un total de 26 hectáreas y aún no se ha determinado la cantidad de indemnización para los propietarios.
Estas propiedades habían sido identificadas en una declaración de utilidad pública publicada el 18 de mayo por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que incluía 18 propiedades y una superficie total de 35 hectáreas, de las cuales solo se expropiaron 26.
El Gobierno encuentra más conveniente negociar con ejidatarios, ya que estos tienen presencia física en la zona, operan de manera colectiva y cuentan con asesoría de dependencias federales. Sin embargo, se presentan complicaciones al tratar con propietarios privados, en ocasiones debido a su dificultad para localizarlos, lo que ha llevado a que en varios casos se haya ordenado la ocupación inmediata de las propiedades sin un proceso formal de expropiación.
El viernes pasado, el presidente AMLO expropió 15,047 hectáreas de terrenos ejidales en el municipio de Calakmul, Campeche. Esto incluye 5,749 hectáreas que serán entregadas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a cambio de 603 millones de pesos, aunque no se especifica en el decreto el propósito exacto de estas tierras. Solo 32 hectáreas serán utilizadas para vías férreas del Tren Maya, mientras que las otras 9,261 hectáreas serán destinadas a la conservación y mejora de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, bajo la responsabilidad de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Anteriormente, la expropiación más extensa para el Tren Maya había sido de 119 hectáreas de terrenos ejidales en el municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo, publicada el 12 de junio.