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    OpiniónAl Buen Entendedor… Cuando Los Políticos quieren un negocio…: Sergio González Rubiera

    Al Buen Entendedor… Cuando Los Políticos quieren un negocio…: Sergio González Rubiera

    Opinión

    Hay empresarios buenos y malos, como en todo; hay políticos y funcionarios públicos, buenos y malos, decentes e indecentes, corruptos y honestos, hay de todo.

    En el lamentable caso del Hotel Mayaland en Chichen Itzá, ha habido de todo eso y más. Lo que no puede ser y resulta inadmisible, es que, si un Juez Federal dicta alguna sentencia, del tipo que sea, esta sea desacatada, inadvertida, es decir, en pocas palabras ignorada por la autoridad estatal. Tal es el caso de la fiscalía del Estado de Yucatán, que luego de haber sido ordenada de acatar amparos, de liberar los aseguramientos ilegales a los hoteles Mayaland de la familia Barbachano, y de restaurar el estado normal y legal de las cosas, simplemente haya hecho caso omiso, en una total, flagrante, descarada y abusiva trasgresión de las leyes, por razones absolutamente incomprensibles. O quizá si pueden comprenderse… a continuación algunas preguntas, para mis ocho lectores, para la autoridad y para la opinión pública.

    ¿Puede un fiscal del estado, ignorar la orden de un juez federal, y simplemente entrar en desacato, sin consecuencias de ningún tipo?

    ¿ A quien reporta el Fiscal del Estado ?…

    ¿Puede un amparo, ser ignorado por fiscal alguno?…

    En un caso tan importante, como ha sido el despojo de una propiedad tan emblemática como el Hotel Mayaland, con cien años de tradición, ¿puede un gobernador, no contestar los mensajes, ignorar el tema, desentenderse del todo?…

     Ó es que, ¿no quiere hacerse el entendido?… ¿No quiere deliberadamente acusar recibo?… Cuándo un caso es mediático, el Gobernador debe pronunciarse, ¿o debe permanecer callado?

    Es una verdadera pena que un gobernador tan aparentemente bien evaluado, según la percepción de algunas encuestas, como el de Yucatán, esté evidenciando una suerte de indolencia en un caso, que pareciera apuntar hacia un indeseable, desaseado y turbio involucramiento de él mismo, que da lugar a suspicacias.

     Hay quienes incluso sospechan ya sea, un acuerdo entre el mandatario y el abusivo usurpador que pretende hacerse de los hoteles de Barbachano, lo que sería muy vergonzoso, o incluso y aún más grave, que sea el propio mandatario, quien, a través de prestanombres, esté pretendiendo hacerse de estas invaluables, históricas y altamente productivas propiedades. Sería una vergüenza, para Yucatán y sin duda para el cambio que se busca a toda costa en este nuestro México, lleno de corrupción y abusos de autoridad.

    Ante todas las pruebas que se han presentado, ante todos los litigios ganados por parte de la familia Barbachano, ante las pruebas documentales de las que hay en suficiencia y ante los visibles desdeños hacia la ley por parte de algunos jueces y fiscales de ese estado y tristemente también de Quintana Roo, sería muy penoso, muy lamentable y muy vergonzoso, que el Gobernador Vila, no diera muestras de honestidad, rectitud, honorabilidad y transparencia y se involucrara como es debido en el caso, para ordenar que se haga justicia, que se cumpla la ley y dejar con ello su nombre, y el legado de su gobierno sin mancha, de otra manera, no solo genera horribles dudas, sino que deja la puerta abierta a una serie de ataques y campañas que se vendrán en su contra irremediablemente en un futuro muy, pero muy breve.

    El Hotel Mayaland, que por estos días cumple 100 años de haber sido fundado por Don Fernando Barbachano Peón, es un ícono de Chichén Itzá, de Yucatán y de la historia del turismo de México, es por ello necesario preservarlo, conservarlo y que se mantenga a salvo en las manos de la familia Barbachano, no hacerlo es un atentado contra el turismo y desde luego contra la legalidad y el estado de derecho.

    Confiamos finalmente en la capacidad e imparcialidad de nuestras instituciones. Al Buen Entendedor… sgrubiera@acticonsultores.com

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