Desmintiendo mitos populares: Lo que siempre creíste, pero no es cierto
A lo largo del tiempo, muchas creencias se han transmitido de generación en generación como si fueran verdades absolutas. Sin embargo, algunas de estas afirmaciones no tienen base científica y se han convertido en mitos populares. En este artículo, desmentimos diez de los más conocidos.
1. Usamos solo el 10% de nuestro cerebro
Este es quizás uno de los mitos más extendidos. La idea de que solo utilizamos una pequeña fracción de nuestro cerebro ha sido promovida en películas y libros, pero la neurociencia ha demostrado que utilizamos prácticamente todas las áreas del cerebro, aunque no al mismo tiempo. Las imágenes de resonancia magnética muestran que incluso en actividades simples, múltiples regiones cerebrales están activas.
2. El azúcar vuelve hiperactivos a los niños
Muchos padres creen que el consumo de azúcar provoca hiperactividad en los niños, pero numerosos estudios han demostrado que esto no es cierto. La percepción de que los niños se vuelven más inquietos después de comer dulces se debe más a un efecto placebo o a factores como la emoción de una fiesta, y no al azúcar en sí.
3. Los humanos tienen solo cinco sentidos
Desde pequeños nos enseñan que tenemos cinco sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato. Sin embargo, los científicos han identificado otros sentidos adicionales, como la propiocepción (conciencia del cuerpo en el espacio), la nocicepción (percepción del dolor) y la termocepción (sensación de temperatura).
4. Las vacunas causan autismo
Este mito surgió a raíz de un estudio fraudulento publicado en 1998, que luego fue desacreditado y retirado por la comunidad científica. Numerosos estudios han demostrado que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Las vacunas son seguras y esenciales para la salud pública.
5. Los murciélagos son ciegos
La expresión «ciego como un murciélago» es engañosa. Si bien muchas especies de murciélagos utilizan la ecolocación para moverse en la oscuridad, la mayoría también tienen una visión bastante desarrollada y pueden ver mejor de lo que comúnmente se cree.
6. El agua con azúcar calma los nervios
Tomar agua con azúcar después de una situación de estrés no tiene un efecto directo en el sistema nervioso. La sensación de alivio que algunas personas experimentan es más psicológica que fisiológica. Si bien el azúcar puede proporcionar energía rápida, no tiene propiedades relajantes.
7. Comer de noche engorda más
La hora en que se come no es tan determinante como la cantidad de calorías consumidas y el gasto energético total. Lo que realmente influye en el aumento de peso es el balance calórico diario, no si se come después de cierta hora.
8. Los camaleones cambian de color para camuflarse
Si bien es cierto que los camaleones cambian de color, la razón principal no siempre es el camuflaje. A menudo, los cambios de color están relacionados con la temperatura corporal, el estado de ánimo o la comunicación con otros camaleones.
9. Leer con poca luz daña la vista
Muchas personas creen que leer en condiciones de poca iluminación puede causar daños permanentes en los ojos. Sin embargo, aunque leer con poca luz puede provocar fatiga ocular temporal y hacer que la visión se sienta borrosa, no causa daños a largo plazo en la salud visual.
10. Los rayos nunca caen dos veces en el mismo lugar
Es un mito muy popular, pero la realidad es que los rayos pueden caer en el mismo lugar varias veces. De hecho, algunos puntos elevados o estructuras como rascacielos y torres de comunicación son golpeados por rayos repetidamente debido a su altura y conductividad.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo las creencias populares pueden distorsionar la realidad. Es importante cuestionar la información que damos por sentada y basarnos en la ciencia para entender mejor el mundo que nos rodea. ¿Conocías estos mitos? ¿Cuál otro agregarías a la lista?